Las diez de uno


Desde hace muchos años, los grandes críticos de cine del mundo elaboran listas de aquellas películas que tienen categoría de clásicas. Aunque los lugares se modifican un poco, siempre son las mismas; casi todas europeas o estadounidenses de la primera mitad del siglo veinte.

Se trata de filmes que se estudian en las Universidades como parte de la formación integral de la personas: El acorazado Potemkin, El séptimo sello, Tiempos modernos, Los olvidados; varios de ellos protegidos por la UNESCO.

De allí que el cine no sólo forme parte de nuestra vida, con frecuencia nos ayuda a expresarnos mejor en la retórica del día a día: “Es que mi madre se pone como Libertad Lamarque”, “podría bailar como Gene Kelly”, “pareces Mauricio Garcés en Modisto de Señoras”, “esas oficinas de gobierno son como las de Brazil”. Una prima me dijo una vez “estás igualito a Tom Cruise” , me sentí halagado. “No, no, espérate”, aclaró, “pero en Nacido el cuatro de julio”.

Si bien los críticos de cine encargados de esas listas son respetables y cuidadosos, encuentro muy difícil que en un momento de distracción, por puro gusto o al seleccionar una película para ver durante un viaje, uno ponga El ciudadano Kane o Ladrones de bicicletas. Más bien se antojan aquellas que por alguna razón, quizá digna del diván, nos “tocan”.

Por su extravagancia, esas listas tan personales son las más interesantes. Por ejemplo, para mi amigo A, X Men es una cosa notable, para mi amiga B, Dirty Dancing debería también tener declaratoria de obra maestra.

El caso es que aquí señalo diez favoritas, asumiendo que lo flexible de un blog permite modificarlas un poco, en algunos casos incluyo escenas que me encantan, que me en-cantan. Se trata, para abrir boca, de Rumble Fish, Goodfellas, Brazil, El infierno, Cinema Paradiso, Short Cuts, El hijo de la novia, Los amantes del círculo polar, Chicago, Ratatouille.

Perfectamente podría ver cualquiera de ellas a la menor provocación.

1 comentarios :: Las diez de uno

  1. Sí, Nacho, tienes razón, aunque te fuiste todavía al cine de altos presupuestos; en mis años con la columna de cine, muchos lectores me preguntan acerca de sus películas favoritas que han resultado ser cintas oscuras de artes marciales, "caballitos" mexicanos de los Estudios América, cintas de terror filmadas para la televisión y no te imaginas cuántos tesoros personales hay dentro de cada uno en la memoria y en la cinefilia: esa costumbre y hábito y obsesión que se ha perdido con la demasiada oferta...