Dignidad del uniforme

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Pedro el Mago Septién, ha sido cronista deportivo de diversas disciplinas por puro descuido profesional, pues sus axiomas y comentarios corresponden más bien al ensayo literario. Algunos de ellos son de leyenda, por ejemplo cuando aborda un momento delicado en el enfrentamiento de dos equipos de béisbol, y llegado el punto de revisar los porcentajes de pitcheo o de bateo, dice inclemente “las estadísticas son profetas que miran hacia atrás”.

La frase es demoledora, por ejemplo, para el futbol mexicano. A lo largo de toda su participación en mundiales, sólo en una ocasión ha llegado a un segundo partido de eliminación directa, jugando de local, hasta ahora el único logro internacional es la copa mundial sub 17 que obtuvo hace un par de años. De acuerdo a la lógica inclemente del Mago, México podría llegar a una semifinal de selección grande hacia mediados de este siglo y a una final en la segunda mitad. La esperanza es lo último que muere.

Mientras, hay cosas que deberían dignificarse en el futbol nacional. La liga es mala y tiene un cierto interés sólo cuando se llega a la etapa eliminatoria. Su nombre era incongruente y ahora es peor, se llamaba torneo de verano al que transcurría en invierno, ahora se llama de apertura cuando acaba el año y de cierre cuando inicia.

Otra es el uniforme, que se ha degradado en todos los casos, unos más, unos menos. Sin cultura de identidad comunitaria de club, importa más el patrocinador que el escudo. Por otro lado, al mirar esas casacas que parecen un rompecabezas de logotipos, uno se pregunta, ¿a qué empresa en sus cabales le interesa mostrar su imagen en la zona de la vesícula en la playera del Puebla, por poner un caso? ¿no es acaso peor para el patrocinador que el equipo juegue horroroso?

Como seguidor resignado de los Pumas, me parece un agravio tener en el uniforme de la mejor Universidad de Iberoamérica, tal cantidad de adefesios publicitarios.

Desde luego pueden mirarse con envidia uniformes de clubes que disputan ligas de gran nivel, como los de la foto. La integridad y limpieza visual también conforman la estadística, el universo de probabilidades pasa también por la dignidad.