Horror al error
Hace unas semanas, en un curso de evaluadores de proyectos educativos, nos hablaban de los nuevos modelos de planeación estratégica para mejorar la calidad de la enseñanza en el campo artístico.
Conozco de mucho tiempo atrás esas iniciativas, que apuntan, por ejemplo, a estar en condiciones de colgarse la medalla ISO 9000 de calidad en el servicio. Nunca he sabido en específico porqué esa combinación de letras y números, pero siempre me ha recordado a la computadora perversa de 2001, Odisea del espacio, HAL 9000.
Para llegar a una propuesta de calidad, se hace un análisis de la Institución o Empresa a acreditar y se elabora un documento con lo que se hace bien o mal y se les llama fortalezas y debilidades. Bueno, llamaba, ahora encuentro que se llegó a un matiz todavía más light para hablar de lo que se hace mal y lleva por nombre “área de oportunidad”.
Llegar a eso para mejorar el enfoque pedagógico de educación en artes me parece una contradicción, si no se reconoce clara y enfáticamente un error no va a ser posible aprender de él, se desdibuja lo que se tiene que corregir y precisar. Perder el miedo a equivocarse en un principio cierto para indagar en la propuesta propia y personal del artista.
El miedo a las palabras tamiza entonces nuestro día a día, evade asumir y enfrentar responsabilidades.
Aunque la falla del futbolista Ricardo Osorio en el partido contra Argentina en el pasado mundial de Sudáfrica 2010, quiera verse como un área de oportunidad, está clarísimo que se trata de un error, un horror, una cajeteada, una cag…
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