Volver a la Matiné



El axioma freudiano de que infancia es destino ha resultado, en más de un caso, de una enorme certeza para mi. Un ejemplo es el cine. Con mucha frecuencia mi padre nos llevaba los domingos a la Matiné del cine Bucareli o Cosmos, donde exhibían un programa doble de películas de Hollywood que correspondían casi siempre a lo que se llamaba “cine de aventuras”, lo cual incluía todo el repertorio de Tarzán y aquellas que transcurrían en paisajes insólitos del mar o de montañas nevadas. Un exotismo que explotaba en las pupilas del espectador en blanco y negro o en technicolor.

Por otro lado, era propiamente una “aventura” ir a ese tipo de exhibiciones, así que siempre íbamos armados de bocadillos y bebidas para resistir en medio de la jungla de butacas.

Visto a la distancia, casi todas esas películas postulaban a un héroe que ahora sería políticamente incorrecto: devastaba la naturaleza, mataba animales y exterminaba poblaciones enteras de aborígenes.

Todo este rodeo viene a colación porque acabo de matar dos liebres de un tiro (perdón por el ecocidio del dicho), vi una película maravillosa de aventuras con un protagonista que reivindica la dignidad y la resistencia. Es de Pixar-Disney, se llama Up y no hay que perdérsela, sobre todo si es la versión original subtitulada.

3 comentarios :: Volver a la Matiné

  1. Excelente recomendación muy buena!

  2. Excelente recomendación muy buena!

  3. Maestro!

    Esa película me conmovió mucho. Me hizo reír, me hizo llorar y hasta me acordé de mis tiempos de muchacha scout vendedora de galletas...
    Salud!!!
    Excelente peli